La vasectomía, es un método anticonceptivo que consiste en cortar y en ligar los dos conductos musculares por donde descienden los espermatozoides maduros hasta tu uretra. Aunque se considera permanente, por ser altamente seguro y efectivo, es reversible en algunos casos.
La vasectomía es un procedimiento mínimamente invasivo que impide el flujo de tus células sexuales a través de los conductos deferentes. Estos últimos son dos tubos que transportan los espermatozoides desde tus testículos hasta el canal de la uretra, una estructura donde normalmente se mezclan con la orina o son expulsados para fecundar a la mujer.
Existen varios tipos de vasectomía, pero todas se hacen con anestesia local y sin necesidad de hospitalización, durando no más de treinta minutos. La forma clásica consiste en un par de incisiones con bisturí sobre la piel rugosa y delgada que recubre tus testículos (escroto); a este nivel se cortan los conductos y se amarran sus extremos.
La variante sin corte utiliza una pinza con borde de anillo (para sostener la piel) y otra de terminación filosa que llega a los conductos a través de una mínima punción. Finalmente, la vasectomía sin bisturí y sin agujas se hace con un dispositivo que infiltra anestesia y aire comprimido a alta presión, éste atraviesa el escroto y alcanza la profundidad necesaria para adormecer la zona y realizar el procedimiento.
¿Qué cambios produce en tu cuerpo?
La vasectomía permite un control prenatal prácticamente definitivo que no altera la producción ni los efectos de tus hormonas masculinas. Al impedir que los espermatozoides lleguen a la uretra, el poco semen que filtras al exterior deja de ser potencialmente fértil y no genera embarazos.
Cerca del 10% del semen contiene espermatozoides; normalmente tu aparato reproductor interno lo impulsa hacia el pene mediante las contracciones del músculo liso en los conductos deferentes. Como la vasectomía no afecta la producción total de líquido seminal, sino que bloquea su flujo y reduce el tiempo de vida de los espermas que se generan, después del procedimiento seguirás teniendo erecciones y eyaculando, aunque sin el riesgo de embarazar a tu pareja.
Al preservar la integridad de tus testículos sigues secretando hormonas masculinas y tu capacidad de excitación no se ve afectada. De hecho, muchos hombres reportan una mejoría en el desempeño y en el placer sexual después de la intervención, esencialmente porque logran prescindir de otros métodos anticonceptivos que habitualmente disminuyen la sensibilidad durante la penetración (el condón, por ejemplo).
Cabe decir que las vasectomías sin incisiones resultan menos traumáticas pues no requieren puntos de sutura; también tienen un menor riesgo de infección y promueven una rápida cicatrización interna. Mientras que el periodo de recuperación para la forma clásica deja pequeños moretones y cursa con algo de dolor (sobre todo durante las primeras veinticuatro horas), las molestias en las variedades sin corte son prácticamente nulas.
¿En quiénes se recomienda este procedimiento?
Como el principal objetivo de la esterilización masculina, a través de la vasectomía, es proteger a la mujer de futuros embarazos, se indica en parejas con procreación satisfecha o para el hombre que simplemente no desea tener hijos.
La vasectomía es una intervención mínimamente invasiva, además que es segura y mucho menos costosa que la ligadura de trompas de Falopio en la mujer. Si tú y tu pareja han cumplido con sus expectativas de procreación y desean tener una vida sexual sin tantas preocupaciones, este modo de esterilización es el más adecuado. Lo mismo si has decidido nunca tener hijos y prescindir de otros métodos anticonceptivos.
Es importante saber que luego de haberse realizado la vasectomía los espermatozoides quedarán en tu sistema reproductivo durante 6 semanas. De ahí que a los tres meses del procedimiento tengas que hacerte un análisis del semen para comprobar que no existan espermas en los fluidos expulsados. A partir de aquí es posible dejar de usar cualquier otro método anticonceptivo.
Aunque la vasectomía se indica como un método permanente, por medio de un vasovasostomía (que literalmente significa la unión quirúrgica de un conducto con otro conducto) el paciente puede recobrar la funcionalidad de sus conductos si desea volver a tener hijos. En caso de no someterte a este procedimiento, también es factible rescatar los espermatozoides que tu organismo siga produciendo para utilizarlos en un proceso de reproducción asistida en laboratorio. Consulta algún urólogo en línea.
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